No, no se trata de un sitio web, no es el ya clásico e-comerce. En una línea de subterráneos de Corea del Sur han reemplazado la publicidad estática convencional por estanterías de productos con códigos QR. Cada producto de la fotografía compuesta de góndola posee uno de estos códigos para ser leídos con celular o tabletas y redirigirlo al link para su compra. Los productos seleccionados se debitan de la cuenta bancaria y son enviados a domicilio o retirados en alguna sucursal real del supermercados.
Por estos lados todavía no tenemos tan integradas las compras con celulares o móviles asociados a tarjetas de crédito (por suerte).
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