ARQUITECTURA CRITICA

Proyectos, Obras y Documentos de Arquitectura Contemporánea


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Se propone encontrar alternativas que lleven a la reflexión al momento de diseñar y planificar los lugares que acrecentarían el concepto de anti-ciudad o "no lugar" , como lo pueden ser las autopistas, los centros comerciales, aeropuertos etc. Además se pretende inducir a la búsqueda de varios ejemplos proyectuales que aporten ideas para resolver ciertos problemas comunes dentro de las ciudades actuales.

En el caso de los grandes espacios cerrados dentro de la ciudad, como lo son la mayoría de los nuevos centros comerciales, deberían a simple vista poseer menos superficie cerrada, más superficie abierta y mayor conexión con la ciudad, independientemente de las situaciones climáticas en las que se sitúan dicho emprendimientos. Esta reflexión es aún más importante en aquellas ciudades como las mediterráneas que disfrutan de un excelente clima todo el año. Es por eso que un esplendido diseño para un centro comercial no garantiza un buen espacio urbano. Con ello, la "caja cerrada" de "x" cantidad de pisos como se puede ver en tantas tiendas de ciudades europeas, como por ejemplo el "Corte Inglés", las galerías "Lafayette", la "Fnac" o los mismísimos shoppings americanos, conviene principalmente a determinados lugares con climas muy fríos e incómodos a la hora de habitar la calle (países nórdicos o países ubicados en los extremos del globo terráqueo). No son de ningún modo adecuados para el caso de ciudades públicas como las europeas o las mediterráneas. Es por ello que me pregunto si se pueden seguir planificando sistemáticamente sin pensar más y más de estos "no lugares" dentro de las ciudades en cuestión.

El principal problema de estos grandes centros cerrados es que en ellos se pierde la noción del "espacio" y del "tiempo", olvidándonos además del sitio concreto en el cual nos ubicamos en la ciudad. Es algo que el siglo XXI tiene muy presente y es debido al sentido de rapidez del momento actual, causado especialmente por el desarrollo de nuevas velocidades de transporte, como también de la tecnología de los medios de comunicación. Por eso nos estamos convirtiendo en "presa fácil" del apuro por consumir y por movernos más deprisa dentro de la ciudad, viviendo casi exclusivamente en estado de locura globalizada e imposibilitando el disfrute de "encuentro" en la ciudad pública abierta. Estamos todo el tiempo buscando la manera de consumir más rápido y todo en un mismo lugar. De ahí proviene el éxito de los grandes centros comerciales, impuestos en gran medida como "moda necesaria" por las grandes corporaciones. La "cajita feliz" vendría a hacer referencia al nombre que Mc Donald's dio a cierto producto que consumen los niños, donde en una cajita de cartón se encuentran horrendos e inútiles juguetes, dejando de lado lo importante que es el alimento concreto. Algo parecido ocurre con los centros comerciales, donde el producto en sí pierde importancia. Somos engañados por esa maciza caja oscura en la cual compramos porquerías sólo por el hecho del placer de consumir.
Es por ello que quiero compartir el reciente proyecto para la antigua estación de tren de Tel Aviv-Yafo, creyendo que se ha realizado una acertada intervención urbana independientemente de la cuestión política o económica del proyecto. Pues, con ello me refiero particularmente a la cuestión espacial que es al fin y al cabo lo que nos aqueja. Quisiera antes empezar citando dos brillantes ejemplos del siglo XIX que efectivamente son un espacio público completamente techado, pero simplemente no poseen puertas cerradas sino arcadas totalmente abiertas a la ciudad. Estos ejemplos son la famosa Galleria Vittorio Emanuele II, en Milán y la Galleria Umberto, en Nápoles. Cabe decir que estas galerías fueron la antesala para el futuro desarrollo de los centros de consumo del siglo XX. A diferencia de los espacios actuales, la sensación espacial dentro de las galerías es completamente distinta a lo que sucede en el típico centro comercial que se encuentra herméticamente cerrado. Es posible pensar que sea producido por el contacto con el aire exterior, la luz natural, y hasta el ruido de sus calles lindantes que penetran en el lugar, otorgándole más vida social.

Volviendo ahora al proyecto concreto para la antigua estación en la costa de Tel Aviv, se ha planificado un proyecto de usos mixtos en el cual se generó tanto la parte comercial, típicamente de consumo, como también una parte cultural por medio de un museo dedicado a la historia de la estación. Ofrece en su mayoría espacios al aire libre y permite con ello un mayor disfrute de la luz del sol, del color azul del mediterráneo y de los diferentes colores del cielo. En definitiva se diseñó reutilizando los antiguos contenedores de las actividades ferroviarias para generar locales gastronómicos, como restaurantes y bares y con escasa cantidad de negocios de otro tipo. Estoy sumamente convencido de que ese espacio se vive como un lugar al mejor estilo de los estudios MGM de Disney (cartón escenográfico). Sin embargo, como hecho positivo a resaltar, aquel espacio específico posibilita que las dos variables en cuestión "espacio-tiempo" terminen siendo visibles y vivibles por la vista del consumidor, como del simple ciudadano que transita por el sitio.

Autor: Arquitecto Bryk Uriel



1 comentarios :

aldao dijo...

Un tanto controversial la nota pero muy válida.

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