En los últimos 20 años, el avance de la tecnología digital en general y en particular el de la informática aplicada a la gráfica, ha tenido un avance sorprendente y sostenido. La delantera la llevan las grandes compañías de animación de Hollywood como Dreamworks y Pixar, quienes en sus directorios poseen las mentes que han desarrollado gran parte del software para 3D y animación. Basta con ver películas como Wall-E, Shrek, Cars, por citar algunas de las más populares, que mas allá de lo “caricaturezco” de los personajes, ofrecen unos escenarios naturales y arquitectónicos muy reales para no dejar de asombrarse.
Desde que el CAD incorporó el 3D y con aquellos primeros cortos animados, la revolución de videojuegos de realidad virtual, hasta los fabricantes de motores de renders que decidieron popularizar sus software, en el campo de la arquitectura y el diseño se cambió la concepción de un proyecto, desde su proceso de diseño, creación (anticipación) hasta su representación post construcción (demostración). Todas herramientas muy bienvenidas para innovar mediante la exploración de las formas, del espacio y sus cualidades y para la venta del mismo, hecho innegable.
¿Pero qué sucede cuando esta gráfica excepcional cobra más sentido que el proyecto en sí, cuando disimula falencias de diseño, cuando no se percibe un concepto, cuando es sólo cualidades compositivas de imagen las que se muestran? Ocurre cada vez más a menudo que los estudiantes de arquitectura caigan en este error de concepto, donde se persigue imagen por sobre proceso e idea. El resultado adquiere lamentablemente más valor. El que observa debe tener “el ojo más entrenado” para percibir si es un render con fotomontaje pero también para descifrar intensiones de diseño.
Las prestaciones gráficas de alta calidad están al alcance de nuestras manos y con algo de práctica y destreza visual podemos componer imágenes simil fotografías, y en tanto no sea este nuestro desarrollo profesional, siempre debe persistir por sobretodo el concepto que queremos comunicar.
A continuación algunos ejemplos de muy buena calidad pero con falencias en el diseño arquitectónico:
Desde que el CAD incorporó el 3D y con aquellos primeros cortos animados, la revolución de videojuegos de realidad virtual, hasta los fabricantes de motores de renders que decidieron popularizar sus software, en el campo de la arquitectura y el diseño se cambió la concepción de un proyecto, desde su proceso de diseño, creación (anticipación) hasta su representación post construcción (demostración). Todas herramientas muy bienvenidas para innovar mediante la exploración de las formas, del espacio y sus cualidades y para la venta del mismo, hecho innegable.
¿Pero qué sucede cuando esta gráfica excepcional cobra más sentido que el proyecto en sí, cuando disimula falencias de diseño, cuando no se percibe un concepto, cuando es sólo cualidades compositivas de imagen las que se muestran? Ocurre cada vez más a menudo que los estudiantes de arquitectura caigan en este error de concepto, donde se persigue imagen por sobre proceso e idea. El resultado adquiere lamentablemente más valor. El que observa debe tener “el ojo más entrenado” para percibir si es un render con fotomontaje pero también para descifrar intensiones de diseño.
Las prestaciones gráficas de alta calidad están al alcance de nuestras manos y con algo de práctica y destreza visual podemos componer imágenes simil fotografías, y en tanto no sea este nuestro desarrollo profesional, siempre debe persistir por sobretodo el concepto que queremos comunicar.
A continuación algunos ejemplos de muy buena calidad pero con falencias en el diseño arquitectónico:
Click sobre las imágenes para ampliarlas
NB
3 comentarios :
Este es un breve extracto modificado de un libro que escribo sobre la gráfica, arquitectura y el proceso de diseño.
Pronto hare nuevas adaptaciones ampliando el tema.
Muy interesante y cierto. Como estudiante puedo afirmar que esto se ve frecuentemente. Y no solo aplicado a los renders sino a la presentación de la entrega en sí.
Yo creo que el mayor riesgo es para el que trabaja de este modo, ya que no solo engaña a los docentes, sino que a el mismo.
Saludos!
Creo que se comienzan a generar imágenes falsas que a nivel 3D lucen y venden pero que de alguna manera se convierten en el idealismo de un proyecto y pierden su relación con la realidad. Creo que un buen render además de calidad técnica debe mostrar los defectos naturales de la obra.
Saludos!
@paulinalara
Publicar un comentario
-Su comentario aquí-
Gracias por participar.