ARQUITECTURA CRITICA

Proyectos, Obras y Documentos de Arquitectura Contemporánea

Agradezco la colaboración de Pilar Baselga, autora de este artículo por su preocupación , interés y dedicación.


Dividí el documento en tres capítulos que serán publicados en tres días consecutivos dada su extensión y en pos de facilitar su lectura.

Visiten el blog de la autora: No Morir Idiota

La ampliación del Museo Reina Sofía. Del proyecto a la realidad

Introducción
Siendo asidua usuaria de la biblioteca del Museo Reina Sofía, cuál no fue mi sorpresa al
entrar en la nueva biblioteca diseñada por Nouvel. El exterior de la ampliación me
había seducido desde el primer momento. El auditorio parecía la carrocería de un
enorme juguete rojo brillante aparcado debajo de un voladizo volador, una cubierta
que parecía flotar y proteger los edificios bajo su ala, atravesada por aberturas de
sabios cortes diagonales, que me remitieron por su aspecto enigmático y matemático
al Panteón de Roma.

Me esperaba a un espacio de lectura sorprendente, diferente, casi milagroso, como le gusta al Premio Pritzker 2008 decir de su arquitectura1. Me encontré con un espacio oscuro, entorpecido por escaleras y puertas pesadísimas, de itinerario laberíntico, los libros repartidos en cuatro niveles, en definitiva un concepto que ignoraba las necesidades de los usuarios de una biblioteca pública de libre acceso y solo buscaba impresionar con su ostentoso despliegue de madera de jatoba y su iluminación de revista de diseño. Estaba indignada: mi espacio favorito de trabajo en Madrid había sido aquella biblioteca situada en el penúltimo piso del antiguo hospital. Había sido un refugio para mí. Levantaba los ojos del texto y mi mirada se perdía en la maravillosa luz del cielo madrileño que con sus espectaculares atardeceres de inverno nos hacía olvidar el cansancio del estudio. Cuando hacía calor abríamos las ventanas, nos encaramábamos a los anchos alféizares para sacar fotos. Todos los libros al alcance de la mano….allí el tiempo pasaba ligero y fértil. Pero ahora Jean Nouvel me había castigado a la oscuridad de un sótano de lujo, sin aire, sin luz, sin cielo.

La decisión de estudiar la obra de Jean Nouvel es consecuencia de la curiosidad. ¿Era mi opinión fruto de un juicio apresurado? ¿Qué fundamento tenía mi sentimiento de frustración por aquel paraíso perdido?


El resultado no es solo el fruto de una investigación bibliográfica sino también de campo, ya que no he encontrado ningún estudio crítico sobre este proyecto. Todos los artículos de las revistas especializadas se limitan a la transcripción literal del dossier de prensa redactado por el propio museo en 2005 o la del texto de Nouvel que acompañaba su proyecto para el concurso en 1999, titulado “A la sombra del Reina Sofía”. Tan solo una crítica del experto francés, profesor de la escuela de arquitectura de Lille y ex - director de la revista Architecture d’Aujourd’hui, François Chaslin 2 que confirma mi opinión sobre el patio inhóspito y desapacible. Un gran silencio por parte de los críticos, estudiosos y profesionales de la arquitectura envuelve este edificio
madrileño y funciona como un oportuno y tupido velo. Parece que nadie estuviera interesado en que se dijera lo que realmente es la ampliación del Museo Reina Sofía.

Este trabajo investiga cómo un proyecto que prometía plazas arboladas, terrazas públicas para el paseo, salas de lectura cómodas y luminosas y espacios versátiles se convierte en la realidad en un auditorio torpemente resuelto, una biblioteca oscura, unas salas de exposiciones impersonales con excesiva luz natural, unas terrazas peligrosas y un patio ruidoso y desangelado.

1 El Concurso Internacional de Ideas

En 1998, el Museo Reina Sofía había tomado su velocidad de crucero. Gracias a la dación Miró, el legado Dalí y otras leyes que favorecen el pago de contribuciones fiscales con obras de arte, su colección permanente había alcanzado dimensiones importantes y necesitaba espacio para ser mostrada. Por otro lado la política de todo museo nacional es la de hacer grandes y sonadas exposiciones sin las cuales un museo no cumple su función de imagen de estado en la escena internacional. El Museo Reina Sofía necesitaba una ampliación.

Al año siguiente el gobierno decidió lanzar un Concurso Internacional de ideas al que se presentaron más de 100 proyectos anónimos, tan solo el número de registro del proyecto permitía identificarlos. Lo cierto es que no era muy difícil reconocer a alguno de los autores si se conocía el trabajo de los más destacados arquitectos internacionales.

El programa del concurso dedicaba más de la mitad de su extensión a una descripción pormenorizada del Edificio Sabatini, que albergaba el Museo Reina Sofía, antiguo hospital, y de su entorno histórico y urbanístico.3

1.1 El Edificio Sabatini

El Museo Reina Sofía, antiguo Hospital Provincial, se encuentra en una zona de tradición hospitalaria. En 1566 Felipe II había fundado el primer Hospital Provincial o de la pasión en el límite sureste de la capital, en la confluencia de la calle Atocha y de camino del Abroñigal, futuro Paseo del Prado. Como indica el plano de Texeira de 1656, y como era tradición desde la Edad Media, se encontraba al límite de la ciudad, ya que un hospital era un foco infeccioso que había que alejar del centro urbano.

Pero el monarca que impulsó la construcción del actual edificio fue Fernando VI, quien después de pagar las deudas del hospital con sus bienes personales, asignó a esta institución las rentas de la plaza de toros. Por un decreto de 1748 ordenó construir un nuevo hospital con el requisito de que el edificio contribuyera con su arquitectura al paisaje urbanístico de la ciudad. El antiguo Hospital Provincial formaba parte de un gigantesco proyecto que fue diseñado por José de Hermosilla, discípulo de Sachetti en el palacio Real, quien inicio las obras en 1756.

Destituido por Carlos III fue Francesco Sabatini, protegido del monarca, quien lo llevó a término. El proyecto constaba de 7 patios de los cuales solo realizó el que existe actualmente como museo entorno al patio- jardín y uno de los pabellones, actualmente Conservatorio de la Comunidad de Madrid (10)4. Este edificio fue rehabilitado para la enseñanza de la música y la danza por Manuel e Ignacio de las Casas y Jaime Lorenzo.

En el siglo XIX la calle Santa Isabel se prolongó hasta la calle Atocha para lo cual se derribó una parte del actual conservatorio. En 1965 el Hospital Provincial se cerró. Muchos pidieron su demolición. En 1969 La Real Academia de Historia propuso clasificar el edificio de Sabatini Monumento Histórico Artístico. Finalmente en 1976 el Estado adquirió el edificio, lo declaró Monumento y lo puso bajo la tutela del Ministerio de Cultura. En 1980 se encargó la reforma a Antonio Fernández Alba quien recuperó el edificio original.

En 1988 se encargó un nuevo proyecto de reforma a Antonio Vázquez de Castro y José Luis Íñiguez de Onzoño para la circulación, el almacenamiento y los tres ascensores (diseñados en colaboración con el arquitecto británico Ian Ritchie).




Fachada noreste en la que hoy estan los ascencores. Interior del Reina Sofía tras recuperar su aspecto original.



Continúa... [Capítulo 2]


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1 KUERT, Beat, L’architecture du miracle, portrait d’un architecte”, DVD, 55 min. edit. Al
Castello,Suiza, 2008.
2 CHASLIN, François, Ich bin ein Spanier, Jean Nouvel entre Madrid y Barcelona, AV 2005,
nº103, pp.104-111.
3 MNCARS XXI concurso internacional de arquitectura, catálogo exposición, Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, Madrid ,1999.
4 De hospital a museo. Ampliación del MNCARS. SEEAC, 2003. No figura autor.

NB



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