ARQUITECTURA CRITICA

Proyectos, Obras y Documentos de Arquitectura Contemporánea

Cuando le fue encomendado el proyecto del pabellón Alemán para la exposición, Mies Van der Rohe había ocupado cargos en la Deutscher Werkbund, dirigido la exposición de viviendas de Weissenhof, en Stuttgart en 1927 y construido varias viviendas, como la casa Wolf en Guben.

IDEA Y MATERIALIDAD
En el pabellón Alemán, Mies re-elabora la concepción del espacio neoplástico, basado en los principios de la construcción. Entiende que el problema de la arquitectura es la construcción, como quedó manifestado en sus textos y posteriormente en su obra (6). Mies jamás utilizo elementos o formas en su arquitectura que no estuvieran motivadas por la construcción.

El espacio neoplástico solo se materializaba en las maquetas de madera de Van Doesburg y Van Eesteren, donde los planos eran el soporte de la cubierta horizontal. Mies transforma el espacio neoplástico virtual en un hecho constructivo, en el uso de materiales de textura táctil y vital.

Entiende el comportamiento de los materiales y concluye en la necesidad sostener la cubierta con pilares y liberar así el espacio por debajo de ésta. Adopta una trama ortogonal en la que dispone simétricamente pilares estructurales (una reinterpretación del concepto dom-ino de Le Corbusier). Pero estos son de una esbeltez tal que carecen de densidad visual, y el uso del acero los vuelve relucientes.

Los planos verticales liberados de funciones estructurales quedan limitados únicamente a la conformación del espacio, y le permite alternar superficies opacas o transparentes de acuerdo a las necesidades. El espacio centrífugo no se articula a base de colores sino en base al uso materiales concretos y superficies transparentes. El espacio se vuelve diáfano, fluye en forma dinámica. Los planos verticales dan continuidad al exterior con el interior y el mármol los llena de sensaciones visuales. La losa de cubierta parece suspendida en el aire, dando al conjunto una sensación de liviandad extrema.

El espacio funcional es ilimitado. Los planos ciegos jamás formalizan límites espaciales. Este se construye desde la dinámica y la fluidez. El interior se funde con el exterior en una continuidad visual solo limitada por los planos vidriados. La armonía buscada por el neoplasticismo aquí se concreta en la combinación exacta de materiales y espacio.

La rígida ortogonalidad de los planos y la trama modular de las columnas establecen un orden que se contrapone a la libertad espacial que surge del hecho construido. Cubierta, planos transparentes, pedestal y planos laterales convergen en la formación del espacio real.

Las columnas cruciformes diseñadas por Mies, responden a las direcciones del entramado oculto de la losa de cubierta. Cada soporte coincide en un cruce de vigas horizontales que se apoya en los lados de las columnas. Los tabiques de mármol ónix dan el tono y el reflejo exacto y el solado rectangular acentúa la rigidez ortogonal.

El pabellón manifiesta el deseo de Mies de expresar a través de la construcción las condiciones de su época. El orden y la sinceridad en el uso de materiales le permitieron resolver problemas de expresión acordes a su tiempo.

El Sentido de Lo Clásico
A pesar de ser un edificio de vanguardia, en el pabellón de Barcelona y en la obra posterior de Mies hay un evidente sentido clásico. La rigurosidad en sus diseños rectangulares y la horizontalidad del espacio remiten a conceptos de la antigüedad clásica.

Los edificios de Mies difícilmente apoyen su planta de acceso sobre el suelo. El basamento sobre el que se asienta el pabellón es una revisión de las implantaciones de los edificios de la antigüedad. El edificio se eleva en un sentido jerárquico. Una escalinata lateral conduce a la terraza desde donde se accede al edificio.

Las proporciones latentes en el diseño de los componentes, en la modulación estructural y el sentido de horizontalidad, provienen del clasicismo. La reformulación abstracta de la columnata de simétrica axialidad tiene un implícito sentido clásico. El estanque del patio interno, con la estatua “amanecer” de Kolbe, es un recordatorio de esos tiempos. También el uso de los materiales. Mies no utiliza en el solado el gres liso y abstracto común en los edificios de esos años, emplea el travertino, una textura que al igual que los mármoles, remite a materiales de la antigüedad.

El párrafo de Curtis sintetiza de modo contundente esta idea:

“el edificio destilaba la imagen de un templo sobre un podio, pero le aportaba la sensación de una liberación ingrávida, animándolo a una nueva clase de espacio (trasformado a partir de Wright y el cubismo) y socavando su solidez con superficies rizadas y materia licuada; mostraba así que las “simplificaciones” de la arquitectura moderna podían combinar una imaginería de relevancia contemporánea con el recuerdo de los valores más duraderos de la arquitectura” Williams J.R.

Curtis, La arquitectura moderna desde 1900, tercera edición, 2006, editorial Phaidon, pag. 273.

Conclusión
El pabellón de Barcelona es, sin duda alguna, uno de los edificios canónicos de la arquitectura moderna. En él se conjugan los deseos de expresión de una arquitectura acorde a su tiempo, donde la dinámica perceptiva del espacio, el diseño abierto e integrador, la abolición de formas prestablecidas y el uso de las nuevas tecnologías, quedan expresados en una síntesis exacta, revalidando los propios dichos de Mies Van der Rohe. Una obra trascendental en el desarrollo posterior de la arquitectura.

Referencias
1. En ese año, León Jaussely ganó el concurso para conectar la parte antigua de la ciudad con los nuevos barrios. El proyecto unificaba la ciudad a través de grandes avenidas y paseos, aunque nunca llego a terminarse.
2. Puig i Cadafalch, considerado el ultimo modernista, había incursionado fuertemente en la política Catalana de esos años. Construyo numerosas obras en distintos barrios de la ciudad, entre ellas la Casa Amatller, sobre la avenida de la Gracia, famosa por ser lindera a la casa Batloo de Antoni Gaudí.
3. Quizás el más conocido de entre quienes diseñaron pabellones para la exposición era Piero Portaluppi, proyectista del pabellón italiano, en un estilo decididamente clásico renacentista. El único edificio con aires vanguardistas en esa exposición fue diseñado por el arquitecto Serbio Dragisa Brasovan para el pabellón de los reinos de Servia, Croacia y Eslovenia. Se trataba de un edificio geométrico en forma de estrella revestido con listones de madera en horizontal pintados blanco y negro alternadamente, obra anterior del arquitecto a su etapa racionalista. Extrañamente Francia, habiendo Le Corbusier alcanzado un reconocimiento absoluto por su trabajo, en un periodo en el que también se destacaban Robert
Mallet Stevens y el joven André Lurcat, encomendó el diseño de su pabellón a Georges Wybo, que construyo un edificio art decó.
4. Mies Van der Rohe, Werner Blaser, 4ª edición 1980 editorial Gustavo Gili, página 5
5. Esta influencia se observa a lo largo de la obra de Mies. Quizás el punto de contacto formal entre ambos sea la analogía entre el Alt Museum de Berlín de Karl Friedrich Schinkel de 1928 y el Crown hall de Chicago de Mies van der Rohe de 1950. Dos edificios coincidentes en su volumetría rectangular, de cubierta plana, columnas moduladas rítmicamente y podio de acceso elevado a través de una escalinata central.
6. Mies reflexiona: “hasta después de la guerra, alrededor de los años 20, no me di cuenta de la importancia que tomaba el desarrollo técnico en nuestra vida cotidiana; se trataba del verdadero motor de la época, con aportaciones completamente nuevas tanto en el dominio de los materiales como en el de los procedimientos; era un verdadero trastorno de nuestras concepciones tradicionales. Sin embargo, yo no dudaba de la posibilidad de un desarrollo de la arquitectura gracias a estos nuevos medios. Presentía que sería viable armonizar las viejas energías con las nuevas formas, Creía en las virtudes de la civilización moderna y me empeñaba en contribuir, mediante mis realizaciones, al acercamiento de las tendencias que aparecían” Mies Van der Rohe, op. cit
7. “Mi convicción se estimulaba con las innovaciones de la ciencia y de la técnica donde encontraba sugerencias para mis investigaciones arquitectónicas. Jamás he cedido, pues siempre he creído que la arquitectura no debe guiarse por la invención de las formas inéditas ni por gustos individuales.” Mies Van der Rohe, op. Cit.
 
Bibliografía
Mies Van der Rohe, Werner Blaser, 4ª edición 1980 editorial Gustavo Gili
Williams J.R. Curtis, La arquitectura moderna desde 1900, tercera edición, 2006, editorial Phaidon
Kenneth Frampton, Formación y transformación, De Stijl 1971-1931 Alianza Editorial, 1982
Anton Capitel, las columnas de Mies: el pabellón de Barcelona.
Jürgen Tietz, Historia de la Arquitectura Moderna, H. F.Ullman, 2008
Francisco Muñoz Carabias, Mies desde la simetría, Axa, Madrid, 2009
Roger Such Sanmartin, las casas recinto en la obra de Mies Van Der Rohe, Departament de projectes de la UPC, 2009
Fayos, Más Llorens, Lizondo, El Crown Hall, contexto y proyecto, Revista proyecto, progreso y arquitectura, 2009


Autor: Marcelo Gardinetti



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