ARQUITECTURA CRITICA

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Obra: CITE Avestruz
Autor: Arquitecta Diana Puga
Ubicación: Desierto La Joya, Arequipa, Perú
Fecha de proyecto: 2008
Superficie cubierta: 1980 m2 aprox.
Renders: Miguel Villa Guillermo

Las condiciones agroclimáticas de Perú representan una favorable ventaja para la crianza y explotación comercial del avestruz (Struthio camelus), pues estas aves tienen muy buena capacidad de adaptación a una gran diversidad de climas, principalmente los áridos, semiáridos y cálidos.

Estas aves, consideradas como las más grandes del mundo, pueden llegar a pesar 150 kilos y alcanzar una altura de 2,7 metros. Tienen cuerpo robusto, cuello largo, cabeza pequeña y aplastada, pico recto y patas largas y vigorosas que pueden alcanzar una velocidad sostenida de 60 kilómetros por hora durante 20 minutos. Su promedio de vida es de 70 años. En condiciones naturales, son de temperamento nervioso, y tienen pocos enemigos naturales. La causa más importante que afecta su reproducción es el estrés.

En la actualidad, la industria basada en la crianza de los avestruces está en auge por tres razones: (i) su vida reproductiva comercial amplia (de 20 a 25 años), con tasas de fertilidad muy altas; (ii) todo lo de este animal es aprovechable: huevos, carne, piel, cuero, plumas, pestañas, pico, uñas, ojos, tendones y cerebro tienen diferentes usos, desde alimentarios hasta decorativos; y (iii) la demanda de sus productos y derivados supera la oferta. En conjunto, dichas razones hacen que la inversión sea ventajosa en esta actividad por su alta y segura rentabilidad en cuanto a los costos de producción, la calidad de los productos resultantes de la crianza de este animal, así como el precio que tienen en el mercado.

Asimismo, debido a algunas de las características de la carne del avestruz –alto contenido proteico y bajos niveles de grasa–. ha sido reconocida por especialistas en salud y nutrición como "la carne roja del milenio", pues resulta una opción saludable para el consumidor, razón que le ha permitido abrirse paso exitosamente en nuevos mercados.

Con este panorama, se estima que dentro de algunos años el avestruz desplazará a otros animales como el principal abastecedor de carne y piel en el mercado mundial.

El proyecto

El proyecto del centro de innovación tecnológica del avestruz (CITE Avestruz) ubica el respectivo local en la zona sur peruana, en el desierto de La Joya, a 50 kilómetros de la ciudad de Arequipa (latitud 42º 63' S, longitud 71º 11') y a una altura de 1.300 metros sobre el nivel del mar. En la zona, el clima es seco, la temperatura media anual es de 25 ºC y la precipitación media anual va de 0 a 10 milímetros cúbicos al año: dichas características corresponden a un desierto tropical; y como los avestruces tienen muy buena capacidad de adaptación a una gran diversidad de climas, principalmente los áridos, semiáridos y cálidos, se han adaptado perfectamente a la sequedad de esta zona, a las altas temperaturas del desierto durante el día y al frío de la noche. Además, cabe mencionar que el hábitat natural de estas aves corresponde a temperaturas que fluctúan entre los -15 ºC y 40 ºC; que su crianza no es tan complicada, pues son animales de manejo sencillo, que no consumen mucho alimento y requieren de poco espacio, por lo cual, la infraestructura e inversión necesarias no son grandes.

En este lugar se encuentra el más importante criadero de avestruces del Perú, cuyo edificio está ubicado entre el cerco de los corrales de los avestruces y una pequeña loma existente en el terreno que abarca todo el programa del CITE. Este terreno tiene forma rectangular y una ligera pendiente hacia el sur. Gracias a la buena ubicación y para dotarlo de un carácter monumental (que resaltara su importancia), se buscó que el edificio fuera apreciado desde el ingreso al criadero y armonizara con el paisaje de las pampas del desierto.

Asimismo, la geometría en planta de este CITE no mantiene relación con la forma y proporción de los actuales corrales. Se proyecta así un volumen rectangular de 24 metros de ancho por 82 metros de largo que logra incluir el edificio dentro de la trama futura del crecimiento de los corrales hacia el oeste.

El partido arquitectónico se origina en la desafiante sensibilidad con que se ha buscado sintonizar la inclusión del proyecto en el contexto único del desierto de La Joya, y la volumetría en “L”, tan fuerte y clara, es el resultado del deseo de aprovechar la vista de los avestruces desde todos los ambientes del edificio y, a la vez, generar una volumetría vertical que “rompa” con la geografía plana del lugar y resalte desde lejos.

El edificio, desde su ingreso, a través de una larga rampa, pretende que el usuario disfrute el recorrido por el exterior del edificio hasta llegar a su interior y, desde allí, gozar de la mejor vista del paisaje en la parte más alta de la torre.

Opuestamente, en el nivel inferior, la planta de curtiembre logra ocultarse y ser el soporte macizo y estructural del proyecto; en los niveles superiores, los ambientes de acceso público buscan proveer confort a través del control de la luz del sol. Para ello, se ha propuesto un sistema de teatinas prefabricadas de concreto que iluminan, cenitalmente los laboratorios, la sala de exposición, las aulas y las oficinas administrativas.

Otra manera de lograr el manejo adecuado de la luz del sol fue empleando parasoles a partir de cascarones de huevo de avestruz, que gracias a su textura porosa generan un juego de luces y sombras en los corredores y patios exteriores del edificio. Este sistema original y novedoso le da un carácter único y especial al proyecto; además de “buscar hacer arquitectura responsable”, evitando la contaminación del medio ambiente al tratarse de un material reutilizado, económico y fácil de ensamblar y mantener. Adicionalmente, el concreto expuesto se definió como principal material del proyecto al darle un carácter masivo y, a la vez, esbelto al cubrir grandes espacios de doble altura de la curtiembre.

Con un evidente espíritu industrial, esta obra se erige en Arequipa como un edificio emblemático que logra expresar el liderazgo de esta región con relación a una industria destinada a encabezar el futuro del sector agropecuario, en especial, la de la producción y exportación de carne y pieles finas.

NB



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